lunes, 18 de febrero de 2008

Rusia podría sacar provecho de la independencia de Kosovo

El ministro de asuntos exteriores de Rusia Sergei Lavrov se ha reunido este 15 de febrero con los presidentes de Abjasia y Osetia del Sur, repúblicas de facto, independientes de Georgia.

Todos los años Vladimir Putin se encuentra con periodistas para analizar las cuestiones políticas más candentes. En su intervención de este año, destacó sus logros en política económica y social o sus opiniones sobre su sucesor. Pero también hubo tiempo para los asuntos internacionales. Criticó a Estados Unidos por su proyecto de escudo antimisiles en Europa y advirtió a Ucrania de las consecuencias que tendría su ingreso en la OTAN. Pero con quien se despachó de lo lindo fue con la Unión Europea. Lo más significativo de sus palabras:


«No quiero hablar de esto para no ofender a nadie. Cuarenta años lleva existiendo la República del Norte de Chipre. ¿Por qué no la reconocen? ¿A los europeos no les da vergüenza usar un doble rasero para la resolución de estos conflictos en distintas regiones del mundo? Nosotros tenemos los casos de Abjasia, Osetia del Sur o Transdniester. Todo el tiempo nos dicen: en Kosovo la situación es especial. Mentiras. Allí no hay ningún caso especial. No lo hay y todos lo comprenden perfectamente. Todo es igual: conflicto étnico, crímenes por las dos partes y una independencia completa de hecho. Es necesario elaborar unos principios únicos para la resolución de estos problemas. Nosotros no llevaremos la situación a un callejón sin salida. Invitamos a nuestros socios a elaborar unas normas únicas de conducta. ¿Para qué estimular el separatismo? En España la gente no quiere vivir en un único Estado. ¡Apóyenles entonces allí! Cuatrocientos años pelea ya Gran Bretaña por su integridad territorial respecto a Irlanda del Norte. ¿Y qué?»


Tradicionalmente Rusia ha sido la valedora de los intereses de Serbia en el mundo. Aunque en los últimos tiempos más con palabras que con hechos. Así quedó patente cuando la OTAN arrasó Yugoslavia en 1999, y Moscú se limitó a condenar el ataque. Pero si dejamos a un lado la solidaridad entre eslavos, o los llamamientos cósmicos de Putin para establecer unos principios únicos que regulen la autodeterminación, lo cierto es que la propia Rusia ha jugado la carta separatista en Georgia y Moldavia.

Sergei Lavrov advirtió que la hipotética independencia de Kosovo abriría la caja de Pandora de otros procesos de secesión en el mundo. En su encuentro con los presidentes de Abjasia y Osetia del Sur, les notificó que se deberá tener en cuenta lo sucedido en Kosovo para buscar un principio de acuerdo al conflicto abjasio y osete/ georgiano. Y como no hay mal que por bien no venga, no dudamos de que Rusia sabrá sacar tajada de las desgracias de su aliado serbio en beneficio de sus planes y proyectos.

No hay comentarios: